viernes, 14 de enero de 2011

La represión contra Concilio Cubano

                    
     Pobre de aquel gobierno que suficientemente demostrada ya su incompetencia  para dirigir a una nación por las vías del éxito social certero y sostenible, reprime con vesania mayor al individuo coartándole cada vez más sus libertades, para seguir aferrándose al poder de facto, porque cuando hasta el éxodo en aras de alcanzar la libertad o la realización personal en otras tierras parece ya imposible, no le va quedando otro camino a un pueblo que el de la rebelión.
     Pobre de aquel gobierno que ensoberbecido, por la masiva pusilanimidad con la que un pueblo se ha dejado sojuzgar por décadas, se ha vuelto incapaz ya de moderar, la saña con que clava, sus garras en el cuello de la gente, porque jamás habrá sobre la tierra un hacha que se levante y clave con más furia, que la que empuña aquel que ya no soporta más, contra sus déspotas.
     Me lastima en lo hondo ver como la tiranía comunista de cuba reprime y encarcela a mis hermanos por el sólo acto de pretender, reunirse a conciliar anhelos y esperanzas, en torno a lo que esperamos que sea pronto, la patria nueva que nos merecemos. Pero me reconforto con saber que mientras con más rabia se desate la bestia contra mi pueblo en su agonía, más cerca esta del punto en que; o se asfixia por las efervescencias de su propia sangre, o una insurrección popular la desbarranca con todos sus engendros.
     Es seguro que nos queda aún por ver más gente noble yendo a padecer en las ergástulas y es probable que a algunos les toque perecer en lo que nos queda de camino, pero el punto desde el cual no hay retorno, ya se acerca con pasos de gigante, y más, mientras más golpeen, repriman y encarcelen a nuestros compañeros de batalla, cuyos nombres nuestra nación ha de grabar un día, en la piedra sobre la que empecemos a fundarla de nuevo, ahora sí libre, limpia, justa y para todos.
     No estoy llamando a una sublevación, más bien la temo, porque toda furia es una fuerza negra que fácilmente escapa de control y sé cuan doloroso ha de resultar, volver  edificar una nación ya en ruinas, desde un montón de cadáveres humeantes, y bajo el eco de los últimos tiros del cañón o las descargas de los fusilamientos. Pero siento que los actos cada día más irresponsables de la tiranía, ahora sí solamente preocupada por seguir aferrándose al poder, puede en cualquier momento desatar la explosión en un país en el que llevan ya más de cincuenta años echándole leña al fuego.
     Un abrazo hermanos y hasta pronto, solo quise compartir  con ustedes estas pocas palabras, hoy que nuestros hermanos de Concilio Cubano están siendo acosados, maltratados y encarcelados en su isla, la nuestra. 

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